lunes, 26 de septiembre de 2011

El modernismo. Segunda parte

VANGUARDIAS DE POSTGUERRA
La convulsión y devastación que trajo consigo la Segunda Guerra Mundial hizo que muchos compositores que habían engrosado las filas de la vanguardia de la música europea formaran ahora parte de un mundo que se había esfumado para siempre. Stravinsky, Schönberg y Bartok se habían mudado a los Estados Unidos donde se encontrarían con una cultura musical en crecimiento y menos inclinada a mirar atrás, cuyas raíces se hunden en la fusión experimental de la música europea y americana. Una mayor predisposición hacia la experimentación alejaría  la música de las estructuras normativas del canon europeo. Surgieron compositores como Conlon Nancarrow, con obras de gran complejidad  contrapuntística para pianola. Thomson cuyas piezas emplean técnicas como el collage para mezclar varios estilos populares. En Europa también los compositores experimentaron este deseo de romper con todo lo precedente. Los principales exponentes del grupo son: Pierre Boulez, Karlheinz Stockhausen, Luigi Nono y Bruno Maderna. Cada uno de estos compositores adoptó y siguió refinando las técnicas seriales creadas por Schönberg y por Weber. No contentos con restringir el concepto a la estructuras de afinaciones aplicaron esta técnica a todo los parámetros musicales que caían dentro del control del compositor como el ritmo, la dinámica y el ataque de las notas para evitar las repeticiones que pudieran llevar al oyente a concebir cualquier tipo de jerarquía dentro de sus obras. Esta técnica recibió el nombre de serialismo total y su primera manifestación se encuentra en Structures I para piano de Boulez, aunque en las obras de Stockhausen también se observa la misma preocupación. Boulez siguió componiendo obras que se convertirían clásicos de la vanguardia como “El Martillo sin dueño”, “Structures II” y “Pli selon pli”. Centrando su exploración en las posibilidades de la distribución espacial del sonido y en la creación de estructuras que podrían continuar creciendo indefinidamente por lo que gran parte de su obra se encuentra inconclusa. Boulez nunca abrazó por completo la música electrónica en cambio fue el género preferido de Stockhausen con obras como Konkrete Etüde y Elektronische Studien. El sonido electrónico es esencial en sus obras tardías como el monumental ciclo de siete operas Luz. La música electrónica fue también explorada por otros compositores como Luigi Nono y Iannis Xenakis.
La creciente preponderancia de la escuela de Darmstadt en las vanguardias fue rebatida por dos grandes figuras de la música del siglo XX: György Ligeti y Elliott Carter. Ambos compositores han sido capaces de forjarse un estilo personal y contemporáneo contrario a la escuela dominante y el serialismo total, y desplegar su sensibilidad musical para crear obras muy complejas en especial a lo que se refiere al ritmo, sin perder la claridad de la expresión. En el caso de Carter destacan sus Concierto para orquesta y Sinfonía. Después de algunas obras tempraneras como Atmosphères, en las que experimenta con los clusters (conglomerados semitonales o microtonales de notas), también presentes en la obra temprana de Penderecki, Ligeti fundió esta técnica con elementos de las citas y el pastiche en su obra central, la ópera El gran macabro. Este collage de técnicas y fuentes también resultaría fértil en la obra de otro compositor: Luciano Berio. Aunque fue el director de la sección de electroacústica del IRCAM compuso numerosa obras orquestales y operísticas, su composición más célebre es su Sinfonía, en la que a través de citas de la Segunda Sinfonía de Mahler y de voces amplificadas en directo hacía referencia al canon europeo al mismo tiempo que pagaba tributo a los músicos populares. La post-modernidad trajo consigo la incorporación de elementos de la música popular y la alusión o cita de obras del canon en los trabajos de toda una nueva generación de compositores cuyos estilos van del neoromanticismo religioso de Górecki a la música brutal y rítmica de Mark-Anthony Turnage.
Antiguamente la música que se escuchaba dependía de los gustos de ciertos mecenas o de las interpretaciones que los propios compositores llevan a cabo de sus obras. Esta situación ha cambiado hoy debido a la influencia de la tecnología. Las grabaciones de música permiten a las audiencias seleccionar lo que desean escuchar y estas se han decantado por un repertorio centrado en los siglos anteriores en especial el siglo XVIII y XIX, y por algunas obras del siglo XX que incorporan elementos históricos en su factura, en vez de un lenguaje musical que persigue eliminar todo rastro anterior. Solo el tiempo dirá si las cáusticas composiciones de los últimos cincuenta años gozarán en un futuro del favor de una mayor audiencia, convirtiéndose como la música desde la Edad Media hasta las primeras décadas del siglo XX  en fuente inagotable de inspiración y placer.
Te invito a disfrutar de un fragmento de la obra de Luciano Berio

Actividad.
1. ¿Qué diferencia perciben entre la música de este periodo con el periodo del romanticismo? ¿Que sentiste al ver y escuchar un fragmento de la obra de Luciano Berio? Escribe tu ideas en la sección de comentarios.

2. Finalmente y en equipo lleven su glosario terminado a la clase para compartirlo con sus compañeros.

1 comentario:

  1. El arte es donde las personas buscan expresarse.

    Aunque la verdad no logre entender bien el ritmo de la cancion.
    El el yo observo que trata de expresarde de sierta manera rompiendo con la armonia.

    Atte- Isabel Sánchez Rodea 1°A

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