lunes, 26 de septiembre de 2011

El Modernismo. Primera parte

EL MODERNISMO: EXPERIMENTACIÓN Y ALIENACIÓN (1890-NUESTROS DÍAS)
Durante la década de 1890, las ideologías que definieron al siglo XIX (capitalismo imperial, cristianismo ferviente y monarquías interconectadas) comenzaron a derrumbarse ante el avance científico, las ideas de Darwin y la creciente demanda de un cambio social basado en el sufragio universal y mayor igualdad. Pero el viejo mundo no se iba a rendir tan fácil, se necesitaron 50 años para destruirlo, periodo marcado por dos guerras mundiales, demandas de autogobierno por parte de zonas colonizadas por Europa y la voluntad radical acompañada a menudo por violentas revoluciones de una mayoría que hasta entonces no tenían ni voz ni voto. Contra este panorama de desconcierto y aislamiento, en el que redes sociales enteras desaparecieron, las formas y el lenguaje del romanticismo dejaron de ser eficaces para expresar las inquietudes de aquel entonces. Los compositores académicos se dedicaron a explorar temas como la desolación y el aislamiento y a cuestionar la validez del lenguaje musical y alejándose del gran público. La evolución musical resultante (atonalidad, complejidad rítmica y de textura y la inevitable ruptura con las formas que dependían de las relaciones funcionales armónicas) no fue del agrado de la mayor parte de las audiencias de la clase media.
Así el público de los conciertos de óperas de los nuevos compositores se redujo hasta el punto de que estos pasaron a depender y continúan dependiendo, de subvenciones y encargos de las Instituciones (fundaciones para las artes o gobiernos) y no de las interpretaciones de sus obras. Surgió un pequeño público especializado en las nuevas obras cuyos miembros requerían una “iniciación” en el lenguaje musical del modernismo y un cierto grado de formación musical. Los compositores se mueven dentro de una estrecha esfera, sus trabajos no salen del ámbito universitario o de los conservatorios donde sus ideas y sus obras se reciben con simpatía y de donde obtienen su sustento para vivir.
PARÍS (1890-1920)
Pierre Boulez sostiene que el modernismo en la música comenzó con el solo de flauta que abre el preludio a la siesta de un fauno de Claude Debussy. En esta breve obra basada en un poema de Mallarmé, Debussy busca una correspondencia musical con las técnicas de los poetas del simbolismo como Mallarmé, Verlaine y el Belga Maeterlinck y Baudelaire (en cuyas obras se aprecia ambigüedad, sensualidad, dislocación con la vida cotidiana y un gran interés por lo esotérico, sus ideas influyeron en otros movimientos como el art nouveau)  Buscó trasladar esto en la música utilizando temas hexatónicos y pentatónicos que la conducen a un nuevo mundo sonoro en el que  abandona la armonía funcional de la tradición occidental a favor de paralelismos y ambiguos acordes aumentados y disminuidos. Debussy quien al principio era un ardiente wagneriano después cambiaría de opinión y lo criticaría duramente, sin embargo influencias de Wagner se encuentran a lo largo de toda su obra. Existe una confusión entre el impresionismo en la pintura y aspectos de la música de Debussy a la que se aplica con frecuencia esta denominación. El impresionismo practicado por Claude Monet era un movimiento que pretendía capturar el efecto de la luz en la retina durante un instante en particular. La técnica utilizada para lograrlo se basaba en el empleo de una infinidad de puntos de color (impresión de una escena) de ahí el nombre del movimiento. Debussy mismo dejó claro que no se consideraba un impresionista sin embargo, la evolución de su lenguaje musical tendría una influencia en la música comparable a la de los impresionistas en las artes visuales de ese periodo. La conducción paralela de las voces desarrollada por él contribuyó a la evolución musical en mucho mayor grado que las tensiones decimonónicas de la modulación, pues se puede pasar de un centro tonal hacia o a través de otro  sin que sean necesarias expectativas previas de audición. Empleo intervalos de 4º y 5ª y clusters derivados de la escala pentatónica, 3ªs mayores de la hexatónica, formando acordes aumentados para crear nuevas sonoridades, y al no ajustarse a la forma sonata por haber roto con la tonalidad, empleo otras técnicas novedosísimas como el empleo de la sección áurea (una división del tiempo o el espacio donde la proporción entre la sección más pequeña y la más grande es igual que la existente entre la más grande y el todo) que después utilizarían otros compositores como Béla Bartok y Erik Satie.
Otro compositor “Impresionista” fue Maurice Ravel, (sí, el autor del “Bolero de Ravel”) y además de talentoso fue muy famoso en este periodo. Su música no rompe con la tonalidad tan dramáticamente, sin embargo a menudo usa la bitonalidad (el empleo de dos centros tonales simultáneamente) absorbió los ritmos e inflexiones del Jazz. Fue un gran orquestador, (a él debemos la orquestación de los “Cuadros de una exposición” de Modest Musorsky) Stravinsky lo describió como un relojero suizo no solo por su uso frecuente de la repetición y el obstinato, pero por su obsesiva y exquisita habilidad como artesano musical.
IGOR STRAVINSKY
Nació cerca de San Petersburgo en 1882. No existe ningún otro compositor que haya cultivado tantos estilos modernistas con tanto éxito como él. En 1909 había atraído la atención del empresario de ballet Sergey Diaghilev quien le encargó escribir un ballet sobre el cuento ruso “El Pájaro de fuego”. El resultado cambiaría radicalmente no solo la vida de Stravinsky sino el curso de la historia de la música del siglo XX. Su orquestación brillante y sus armonías cromáticas constituyeron un éxito rotundo que abrió a Stravinsky las puertas de la cosmopolita vida artística de la ciudad, donde frecuentaría a Debussy, Ravel y Satie. En 1911, vio la luz Petruschka, que fue muy del agrado del público caracterizándose por el segundo manejo de la orquesta y su sutileza rítmica y cromática. Sin embargo, el mundo todavía ignoraba lo que estaba a punto de ocurrir. El había estado trabajando en una idea para un ballet ambientado en la Rusia pagana. La Consagración de la Primavera, 1913, cuenta la historia del sacrificio de una joven en honor de la tierra. Se estrenó en el teatro de los Campos Elíseos, donde generó un verdadero escándalo. La culpa se la reparten a partes iguales la rompedora coreografía de Vaclav Nizhinsky, el bailarín estrella de la Troupé de Diaghilev, la música y el público conservador. Fue un cruce de caminos en la historia de la música. Nunca nadie había oído nada parecido: una gigantesca, violenta y cromática partitura donde los patrones rítmicos en ostinato constituyen el principal elemento organizador, donde las líneas melódicas modales se enfrentan unas contra otras en intervalos disonantes como tritonos, segundas y séptimas, donde los ritmos aditivos rompen la concepción tradicional de la línea de compás (una página de la célebre danza sagrada muestra los tiempos 2/4, 5/16, 2/16. 3/16, 2/8, 2/16, 2/8) y hace que su interpretación sea complicadísima. Sin embargo, pronto tuvo su merecido reconocimiento llegando a interpretarse varias veces ese mismo año.

VIENA (1890-1920)
Después de París el segundo centro musical de importancia fue Viena, cuyas nuevas direcciones musicales que habrían de surgir de la fértil atmósfera intelectual se expresaran en el lenguaje del romanticismo tardío o post-romanticismo y su progresión histórica del lenguaje musical hacia la atonalidad con el desarrollo de recursos técnicos para ordenar este nuevo lenguaje; donde las referencias de elementos extramusicales provienen de las características de la Psicología o el subconsciente del compositor, lo que refleja la profunda influencia que tuvo la aparición del psicoanálisis y la exploración de la mente llevadas a cabo por Sigmund Freud y Jung.
Te invito a disfrutar de un fragmento de las obras de Debussy, Ravel, Stravinsky
Debussy

Ravel

Stravinsky

 

Actividad
1. De manera individual escribe en la sección de comentarios una opinión sobre la música del autor que más te haya llamado la atención en los videos vistos en esta entrada.

2. Elabora una reseña del autor que más te haya llamado la atención y llevala a la clase para compartirla con tus compañeros.

3. De manera colaborativa sigan construyendo su vocabulario.

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